Aunque la idea inicial era echar un día de playa en Málaga, como hacía bastante viento y el sol no acababa de salir del todo decidimos darnos una vuelta de compras por el centro en vez de ir a la playa a tomar el sol.
Dejamos el coche en un parque a la orilla del río Guadalmedina desde donde se veía el Estadio de La Rosaleda, el del Málaga C.F., que aunque no estaba muy cerca, nos evitaba dar vueltas.
Entramos a la zona comercial por una calle cercana a la Plaza de San Ignacio, en la que vimos la iglesia del Sagrado Corazón. Esta iglesia a primera vista parece antigua pero es de 1920. Su estilo neogótico imitando al gótico medieval es lo que le da ese aspecto de iglesia más antigua.
A través de la misma calle llegamos a la Plaza de la Constitución, en la que había un encuentro de bandas de música.
Era una plaza muy animada y llena de vida, con bares, tiendas y turistas como nosotros por todos lados. No sé si suele estar así pero el sol que hacía animaba al lleno total de la plaza. Llama la atención en ella un pequeño pasaje, el de Chinitas, integrado en uno de los edificios que mantiene la antigua portada del Convento de Religiosas Agustinas Descalzas:
De ahí fuimos a la famosísima calle del Marqués de Larios, más conocida como "la calle Larios", una calle también muy repleta de vida en todo momento en la que se sitúan la mayoría de tiendas de las multinacionales de la moda.
Tras el paseíto, pasamos a ver la Catedral de Málaga, que aunque su nombre completo es Santa Iglesia Catedral Basílica de la Encarnación, es más conocida como "La Manquita" debido a que una de sus torres está inacabada. Fue construida en el siglo XV por los Reyes Católicos, y según he podido leer, tras un largo proceso constructivo el motivo de que no esté acabada es porque el dinero que estaba destinado para ello se envió a América para la Guerra de la Independencia de EEUU.
Hicimos unas compritas y nos fuimos hacia la playa conocida como "El Palo", en el barrio malagueño del Pedregalejo. En ella se sitúa el chiringuito "El Zagal" que fue donde almorzamos.
Éramos tres personas y nos tomamos una jarra de tinto de verano (7€), una botella de agua (1´5€), un plato de arroz (5€, muy rico!), una de espeto de sardinas (2€), una ración de rosada (6€, muy cortita, sólo tres trocitos), una de fritura variada (14€), y también nos apuntaron en la cuenta tres de pan... (1´50€), en total 37€.
La comida estaba muy buena, aunque eso se vio un poco empañado por el hecho de que aquello estuviera al 60% de ocupación, con 5 camareros que daban de sobra para atenderlo, y que tuviéramos que pedir varias veces la aceitera para al final levantarnos a por ella, que nadie nos echara cuenta (enterándose) para traernos una botella de agua y que al quinto intento alguien te la traiga, y que ya por último como guinda al asunto: tener que pedir la cuenta tres veces a tres personas distintas para poder pagar e irnos...
Para reposar la comida, como el viento había aflojado un poco y el sol estaba calentando más que por la mañana, nada como un paseito por la playa y luego una minisiestecita al sol para recargar las pilas tras un día de compras y paseos por una de las ciudades más importantes de Andalucía.
Y así acabó este periplo por Málaga, una ciudad con mucho que descubrir a la que tenemos que volver algún día para visitar sus monumentos y lugares con encanto. Esperemos que sea pronto ;)
0 comentarios:
Publicar un comentario